11 de mayo de 2008

EU y el Vaticano pretenden tumbar a Evo Morales

• Acusa el presidente de Bolivia a la Iglesia Católica de actuar como “sindicato” para tratar de derrocarlo
• Señala también al gobierno de Estados Unidos de alentar la división de su pueblo y querer controlar la provincia de Santa Cruz
• Felicita el presidente indígena boliviano a los periodistas en su día, dialoga con ellos, y les garantiza respeto a su trabajo y a su opinión
• Contrasta la actitud de Evo Morales, con la de Mario Marín, ambos indígenas

Federico Chilián Orduña

Mientras el Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, el primer indígena que llega a la presidencia de su país, libra con toda dignidad y patriotismo una lucha semejante a la que enfrentó Benito Juárez, contra la Iglesia y los imperialismos de aquellos tiempos; aquí en Puebla, otro indígena, mixteco, Mario Marín Torres, se orinó en su pueblo natal, en completo estado de ebriedad, en la plaza central, a los pies de la estatua de Benito Juárez, le lanza injurias, piedras y balea con su pistola, derribándole las manos que sostenían un libro, daño que restaura varios años después, hasta el momento en que le fue preciso, dado el hecho de que se tenía que sepultar a su madre en Nativitas Cuauhtempan, y todos los asistentes al sepelio podrían constatar el atentado.
Mientras el Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, acusa a la Iglesia Católica de constituirse en una especie de “sindicato opositor al gobierno” con el cardenal Julio Terrazas a la cabeza, tras de lo cual el Presidente le pide al cardenal dialogar y trabajar por la justicia social, por la igualdad de los bolivianos; aquí en Puebla, Mario Marín Torres, por un lado se reúne en privado con el obispo Onésimo Zepeda, y por otro acude a misa en catedral con todo su gabinete y la generación de abogados egresados de la UAP de la que forma parte, misma que lleva por nombre el de “Salvador Abascal” uno de los fundadores del sinarquismo y padre del secretario de gobernación de Vicente Fox, todo ello para escuchar del cura en turno “la forma en que debe seguir gobernando”.
Mientras el Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, quien ganó las elecciones por aplastante mayoría, con más del 53 % de los votos, acepta sin oponer ninguna resistencia, someterse a un referéndum para que sus compatriotas le revoquen el mandato o se lo ratifiquen; aquí en Puebla, Mario Marín Torres, quien fue repudiado por más de 40 mil poblanos que marcharon por el centro de la ciudad para exigirle su renuncia, se aferra al cargo, niega la autenticidad de las grabaciones que lo inculpan y amenaza con echarle a todos los priístas que lo respaldan a la gente que “trama su caída”.
Mientras el Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, se reúne con todos los periodistas en su día, porque el 10 de mayo se celebra en aquel país el día del periodista, dialoga con ellos, acepta que lo cuestionen de todo lo que quieran, y se compromete a protegerlos de cualquier agresión; aquí en Puebla, Mario Marín Torres, ordena “dar de coscorrones” y reprimir económicamente a todas las publicaciones que le incomodan, suspenderles el pago de servicios ya brindados, como al Diario Transición, no contestar ninguna solicitud y cerrarse al diálogo con quienes no se someten a sus arbitrarios designios.
Mientras el Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, acusa al gobierno de Estados Unidos de estar alentando la división de su pueblo al negarse a condenar abiertamente un estatuto de autonomía aprobado hace seis días en el rico departamento oriental de Santa Cruz, y le exige respeto a la legalidad y constitucionalidad de Bolivia; aquí en Puebla, el alcalde mixteco de Izucar de Matamoros, vinculado al gobierno y al partido de Mario Marín Torres, es detenido por el gobierno de Estados Unidos acusado de narcotráfico, de lo cual se manifiestan ajenos todos los dirigentes priístas que le acompañaron, desde Javier López Zavala, hasta Jorge estefan Chidiac, pasando por Valentín Meneses, mismos que se vieron beneficiados con los altos recursos económicos que destinó el ex alcalde detenido para sus respectivas campañas.
Mientras el Presidente de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma enfrenta por su condición de indígena a la ultraderecha que junto con la Iglesia y el imperio norteamericano, pretenden derrocarlo; aquí en Puebla, la ultraderecha encabezada por Felipe Calderón Hinojosa le brinda todo su respaldo, pese a que durante su campaña como “presidente del empleo” se comprometió con sus simpatizantes a que “si el voto mayoritario le era favorable, exigiría juicio político para el gober precioso”, lo cual no cumplió, tal vez porque el voto mayoritario no lo favoreció y se impuso mediante monumental fraude electoral.
En suma, mientras en Bolivia gobierna un indígena respetado y respetable, aquí en Puebla, seguimos padeciendo la prepotencia, perversidad y abuso de un personaje que reniega su condición de indígena, se quita una verruga del entrecejo y dice haber llevado todos los domingos a sus menores hijos a comer hamburguesas en Mc Donald. ¡Háganos el refabron cavor!.

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