14 de mayo de 2008

Auge de charlatanes

• Proliferan toda clase de estafadores que se aprovechan de la ignorancia y de la fe del pueblo para obtener enormes ganancias
• Lo hacen ante la indiferencia de las autoridades civiles, y ante la complacencia y/o complicidad del clero de todas las iglesias y religiones

Federico Chilián Orduña

Es paradójico y muy lamentable que en pleno siglo XXI todavía haya personas que crean en la brujería, la hechicería, los talismanes, los amuletos y toda una gama de supersticiones y peor aún, que piensen que de ello depende su destino, su buena o mala suerte.
Más grave es que todo esto suceda ante la indiferencia de las secretarías de Educación Pública, de Gobernación, de Hacienda y de Salud, frente a la complacencia y/o complicidad del clero de todos los credos, y con el aliento de los medios masivos de comunicación, principalmente la radio y la televisión, en los que se anuncian cotidianamente destinando cuantiosos recursos para su difusión.
Para muestra basta un botón, el llamado CENTRO SIGLO XXI, que opera aquí en Puebla, en la 15 Sur # 707 Dep. 304, en las principales ciudades del interior del estado, y en otras entidades de la República Mexicana, y que dice en su publicidad que “Nada de lo que existe en el universo nos es desconocido, somos profesionales en el área de la parapsicología, el espiritualismo, psiquismo, las ciencias ocultas, y el poder de la mente. Muchas de las personas que nos visitan a diario dan testimonio a la solución de sus problemas y de la buena salud que gozan hoy en día”. Así como lo leen: ¡Nada de lo que existe en el universo nos (les) es desconocido!, y añaden en su portal de Internet que como parapsicólogos, grafólogos, mentalistas, clarividentes, tarotistas todos profesionales al servicio de la comunidad, expertos en magia negra y en magia blanca y a través de sus conocimientos le podemos resolver cualquier problema de salud, dinero y amor. Como dijera el “gober precioso”: “se sienten dios en el poder”.
Es el caso que además de pregonar que son capaces de resolver cualquier problema, de salud, dinero y amor, ofertan: el brazalete en 650 pesos; la estrella cósmica del poder, que es el símbolo del judaísmo, en la misma cantidad; la cruz del siglo XXI personal en 840 pesos; el medallón de las tres virtudes con la imagen de la virgen de Guadalupe y el Sagrado Corazón de Jesús en 650 pesos; el mismo pero familiar en 950 pesos y el plutón de oro personal y familiar a los mismos precios. Sin contar el precio de las consultas con lo que obtienen grandes cantidades de dinero que les permiten anunciarse dos horas diariamente en televisión y muchas otras en la radio.
De este modo estos estafadores profesionales mezclan todos los credos, amuletos con la imagen de Buda, zodiacos, cruces, santos católicos, pirámides egipcias y todo lo que resulte misterioso y provoque miedo en los incautos es válido para sus fines.
Y es evidente que no existen autoridades capaces de ponerles un hasta aquí a estos engañabobos que esquilman a la gente, porque seguramente les han de pasar una buena cantidad de dinero a los funcionarios de los gobiernos federal, estatal y municipal, para que los dejen sacarle el dinero al pueblo, sin que nadie los moleste.
Y ya que tampoco las asociaciones religiosas reconocidas por la Secretaría de Gobernación, dicen absolutamente nada sobre estas estafas, por lo pronto, en este periódico me encargaré de denunciarlos ante la opinión pública, para arrancarles la máscara de blancas palomas, para que se revele su verdadero rostro, el de fieras insaciables, ávidas de adueñarse del patrimonio ajeno. Ya basta de que se sigan burlando del atribulado pueblo.
Demostraré científica y públicamente que toda su palabrería no es más que chatarra ideológica de la edad media, y con la ley en la mano, demostraré que no tienen ningún derecho a promoverse como sanadores de ningún tipo de enfermedad o trastorno psicológico.

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