5 de noviembre de 2007

El SUNTUAP defiende sus legítimos derechos

Las autoridades de la BUAP, no se los quieren reconocer
La institución insiste en contratar empresas para emplear a sus trabajadores

El modelo neoliberal priísta impuesto en la BUAP por los “comunistas guadalupanos” Alfonso Vélez Pliego (†) y José Marum Doger Corte, y prolongado por el primo de este, Enrique Doger Guerrero, está causando los estragos que eran previsibles. El desmedido enriquecimiento de los mencionados ex rectores, supera con mucho los pequeños desvíos de recursos en que pudieron haber incurrido todos sus antecesores. Los primos Doger, sin lugar a dudas son los campeones del saqueo que ha sufrido la BUAP, y nadie como ellos lucraron tanto con los recursos de la Universidad pública.
Ahora se vive una nueva crisis en la vida universitaria. Se pretende negarles sus derechos a trabajadoras de las Farmacias Universitarias “Alexander Fleming”, a quienes se hostiga de manera sistemática. A continuación el boletín emitido por el SUNTUAP:
“En reciente rueda de prensa citada por la abogada de la UAP y en declaraciones posteriores del Rector Enrique Agüera para fijar la posición de la institución en relación con la situación laboral de los trabajadores de las farmacias universitarias Alexander Fleming, se hicieron afirmaciones de interés tanto para los universitarios como para los ciudadanos, por lo que deseamos expresar la posición de nuestra organización sindical.
La abogada Mª Esther Gámez sostiene que “no hay despidos injustificados, sino que solo se cambió de patrón a los que estaban contratados por la Promotora, específicamente para las Farmacias Universitarias”, y sigue “el término (legal) para esta situación no es outsoursing, sino patrón sustituto” (La Jornada de Oriente, 31/10/07). La abogada olvida que en la presentación “nuevos esquemas de contratación” que envió la administración central a las unidades académicas se hace referencia al modelo “outsoursing” para la contratación del personal de limpieza y administrativo. Más allá de este lapsus, lo fundamental, es que en este caso, las Farmacias Universitarias no cierran, sino quien sería disuelta el 31 de octubre en la Promotora Universitaria, según lo afirmado por la maestra Bertha Alvarado, directora de la Facultad de Ciencias Químicas en escrito el pasado 22 de octubre, transfiriéndose la administración de las farmacias a las empresas privadas “Hergos Soluciones Empresariales” y a “Cooperativistas Angelopolitanos de Asesoría y Servicio”, por lo que de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, no es la figura de “patrón sustituto” como afirma la abogada, sino la de “intermediarios” o “subcontratistas”, la que se aplica a las empresas intermediarias (artículos 433 y 434 de la LFT).
El rector y la abogada reiteran su afirmación de no reconocer a los trabajadores de las farmacias universitarias como trabajadores universitarios, en flagrante violación a la ley Federal del Trabajo que establece “que los trabajadores que laboran en una empresa donde existe un contrato colectivo, deben gozar de todas las prestaciones señaladas en él, independientemente de que haya sido contratado directamente por la empresa o a través de una empresa subcontratista (artículos 12-15 de la LFT). Más aún, la misma directora de la Facultad de Ciencias Químicas, Bertha Alvarado, les reconoce el carácter de trabajadores universitarios en el mismo escrito del 22 de octubre, en el que invita a los trabajadores de las farmacias universitarias “a formalizar su situación laboral en la opción deseada”.
Después de haber llegado a una crítica situación financiera y de desabasto en las farmacias Alexander Fleming, el rector Enrique Agüera y no el Consejo Universitario, decretó la desaparición de la Promotora Universitaria “por ser un modelo agotado”, transfiriendo la administración de las empresas que administraba a las unidades académicas. Sin embargo, en el mes de septiembre los universitarios nos enteramos que ahora serían administradas por empresas privadas cuyas prácticas y fines de lucro son bien conocidos. El reciente accidente de la Plataforma en la sonda de Campeche ha dejado al descubierto la conducta irresponsable de las empresas subcontratistas de PEMEX para con los 23 trabajadores petroleros que perecieron en la Sonda de Campeche, por lo que desconocemos los motivos por los que el rector piensa que en este caso las empresas contratistas se comportarán de otra manera.
Desconociendo un acuerdo que tuvo el Comité Ejecutivo del SUNTUAP con el rector Enrique Agüera el pasado 10 de octubre en la Farmacia matriz Alexander Fleming en el sentido de que no serían hostigados los trabajadores de la Farmacia para renunciar o firmar contratos con las empresas privadas, ha continuado las presiones y amenazas de diversos funcionarios de la Farmacia Alexander Fleming, llegando al extremo intolerable de las agresiones físicas, como las que sufrió una trabajadora a manos de la contralora de las Farmacias Universitarias. Aún así, 67 trabajadores se han negado a firmar alguna de las tres opciones planteadas por las autoridades y exigen ser contratados como trabajadores universitarios.
Para descalificar las opiniones y el apoyo del SUNTUAP a los trabajadores de las farmacias universitarias, tanto la abogada Gámez como el rector Agüera lo acusan de “querer desestabilizar a la UAP” y “de no ser una organización reconocida en la institución”. En cuanto a lo primero, sostenemos que quien ha desestabilizado a la Universidad, son las políticas antilaborales que recientemente ha adoptado la rectoría, primero con la firma ilegal del nuevo régimen de pensiones y jubilaciones del pasado 15 de febrero y ahora con la firma de los contratos también ilegales con las empresas subcontratistas. Por otra parte, la afirmación de que el SUNTUAP “no es una organización reconocida”, es inexacta, puesto que el SUNTUAP cuenta con registro ante la JLCA desde 1980, en tanto que su dirección representada por el comité ejecutivo electo en mayo pasado, aún no recibe la “toma de nota” que ya ha solicitado de parte de la misma JLCA. También es sabido que a los anteriores comités ejecutivos del SUNTUAP se les ha obstaculizado el otorgamiento de la “toma de nota”, debido a la intervención de los anteriores rectores Doger Corte y Doger Guerrero. Una vez cubiertos todos los requisitos que la ley establece, esperamos que esta vez la JLCA no incurra en tortuguismo ni se preste a turbias maniobras para otorgar la toma de nota a nuestro comité ejecutivo.
Por las implicaciones que tiene no sólo de carácter laboral, sino también académico, consideramos que en atención al Estatuto Orgánico de la Universidad, debiera convocarse a la realización de un REFERENDUM en el que todos los universitarios expresáramos nuestra opinión sobre:
a) Si puede haber en la Universidad Autónoma de Puebla trabajadores de primera y de segunda clase.
b) La existencia de Empresas Subcontratistas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.”

Por otra parte, las trabajadoras de las Farmacias Universitarias congregadas en el SUNTUAP añadieron que la antigüedad de ellas oscila entre cinco y catorce años de trabajo en la institución, y que el hostigamiento y la intimidación son sistemáticos y cotidianos. Precisaron que es la química Juanita Reyes Jiménez quien las representa en esta lucha y que no cederán hasta que se respeten sus derechos.
En otra nota, el dirigente del SUNTUAP, Guillermo López Mayo, manifestó que la organización que encabeza se solidariza con los damnificados de Tabasco y sus oficinas se han constituido en centro de acopio para quienes quieran apoyar a nuestros paisanos afectados.

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