5 de junio de 2007

Homenaje a Fernando Ramírez Osorio

3ª de 5 partes
Federico Chilián Orduña
Con las leyes de Reforma que decretó el presidente Benito Juárez quedaron debidamente separados los asuntos de la iglesia y los del Estado. Con las reformas que promovió Carlos Salinas de Gortari, se truncó buena parte del legado juarista, se restablecieron las relaciones con el Vaticano y se reformó el artículo 82 que permitió que un hijo de extranjeros arribara a la presidencia de la República (Vicente Fox, hijo de española y de norteamericano). Esos cambios son los que nunca debieron hacerse porque a partir de entonces la República se volvió un desbarajuste.
Respetar el legado histórico es el primer paso para comprender nuestros orígenes y orientar el porvenir. En el terreno urbano eso es justamente lo que ha hecho el maestro Fernando Ramírez Osorio. No por estar en contra de los dogmas de la Iglesia, hay que destruir sus templos, no porque no queramos regresar a los tiempos de la Colonia hay que derrumbar los edificios de aquel entonces, no porque neguemos las apariciones de la virgen de Guadalupe, hay que despedazar las pinturas. Las creencias no se pueden confundir con el arte. Unas cambian mientras el otro permanece. Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar reza el refrán popular.
Ramírez Osorio salvó a Puebla de la destrucción que los arquitectos fuas promovieron desde la década de los ´50, gracias a él y a quienes con él coincidieron, hoy nuestra ciudad es Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Por ello, los invitamos al homenaje que en el marco de la Semana de la Libertad Expresión le rendiremos el próximo jueves a las 11 horas en la Plaza de la Libre Expresión, Avenida Reforma y 11 Norte. Allá nos vemos.