22 de mayo de 2007

La Biblia, esa ridícula fantasía

6ª parte
Los predicadores católicos y protestantes en sus múltiples denominaciones se esmeran en convencer a la humanidad que la “santa Biblia” es la “palabra de Dios”. Cada domingo pronuncian un sermón en el que se remiten a algún pasaje de la Biblia, para “ilustrarnos” sobre lo que quiso decir el señor Jehová de los Ejércitos. Son una especie de intérpretes del creador del Universo, porque reconocen muy en sus adentros, nunca públicamente que la Biblia es un verdadero galimatías que ni los que creen en ella la leen, pese a que aceptan que es la palabra de Dios, nada más, pero nada menos.
En este sentido, sacerdotes y pastores, juegan un papel similar al del ex vocero presidencial Rubén Aguilar, que todos los días aparecía ante los medios informativos para informar que “lo que el presidente Vicente Fox quiso decir fue…bla bla bla”.
Se disculpa al marido de la señora Martha, porque poco le faltaba para rebuznar; pero ¿a don Jehová, al Todopoderoso, al Omnipotente, al Sabelotodo, debiéramos disculparlo por escribir un libro del que hay infinidad de interpretaciones, que no puede ser comprendido por cualquier persona, sino que es necesario que algún docto, ínclito, ilustrado, nos explique lo que quiso decir el papá de Jesucristo, o él mismo, o su otra tercera parte llamada Espíritu Santo, que adopta la forma de paloma?
Más bien parece una broma de muy mal gusto del señor don Jehová, porque hasta la fecha no ha servido para maldita la cosa su famosa palabra que no sea para enriquecer a quienes se dicen sus representantes aquí en la tierra.
Vayamos otra vez al Génesis, capítulo 6, cuando la humanidad se corrompió por “primera vez” y dice: 5 Jehovah vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo sólo al mal. 6 Entonces Jehovah lamentó haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehovah: "Arrasaré de la faz de la tierra los seres que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo; porque lamento haberlos hecho." 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehovah.
Esto le sucedió a quien todo lo prevé, y se lamentó de su propia obra, quiso llorar, de hecho lloró tanto que hasta el corazón le dolió y a su edad (¿Cuántos años tendría Jehová?), una dolencia del corazón puede ser fatal. El caso es que no les llamó la atención, no procuró corregir a sus criaturas, no las orientó, no las perdonó, simplemente las ahogó, a todas, incluso a los animales, mandó un diluvió y sólo se permitió salvar a Noe, su familia y una parejita de cada especie.
En la siguiente les cuento hasta donde puede llegar la furia del misericordioso Jehová. Lo bueno es que él es todo amor, ¿qué tal si no?