21 de mayo de 2007

La Biblia, esa ridícula fantasía

5ª parte
Hugo Pardo

Tan pronto como puso en su lugar a la primer parejita que se le ocurrió crear al señor Jehová de los Ejércitos, vinieron los descendientes, Abel que se dedicó a pastorear ovejas y Caín, que labraba la tierra y sucedió lo que medio mundo sabe Caín mató a su hermano Abel, y “la palabra de Dios” lo narra de la siguiente manera:
“Aconteció después de un tiempo que Caín trajo, del fruto de la tierra, una ofrenda a Jehovah. 4 Abel también trajo una ofrenda de los primerizos de sus ovejas, lo mejor de ellas. Y Jehovah miró con agrado a Abel y su ofrenda, 5 pero no miró con agrado a Caín ni su ofrenda. Por eso Caín se enfureció mucho, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehovah dijo a Caín: -¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante? 7 Si haces lo bueno, ¿no serás enaltecido? Pero si no haces lo bueno, el pecado está a la puerta y te seducirá; pero tú debes enseñorearte de él. 8 Caín habló con su hermano Abel. Y sucedió que estando juntos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. 9 Entonces Jehovah preguntó a Caín: -¿Dónde está tu hermano Abel? Y respondió: -No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano? 10 Le preguntó: -¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora pues, maldito seas tú, lejos de la tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando trabajes la tierra, ella no te volverá a dar su fuerza. Y serás errante y fugitivo en la tierra. 13 Caín dijo a Jehovah: -¡Grande es mi castigo para ser soportado! 14 He aquí que me echas hoy de la faz de la tierra, y me esconderé de tu presencia. Seré errante y fugitivo en la tierra, y sucederá que cualquiera que me halle me matará. 15 Jehovah le respondió: -No será así. Cualquiera que mate a Caín será castigado siete veces. Entonces Jehovah puso una señal sobre Caín, para que no lo matase cualquiera que lo hallase. 16 Así partió Caín de delante de Jehovah, y habitó en la tierra de Nod, al oriente de Edén”.
De modo que los cristianos, judíos y musulmanes, que son los creyentes que se apoyan en esta parte de la Biblia, tienen que aceptar que el asesino Caín dialoga cara a cara con Jehová (¡qué privilegio!), quien lo protege para que nadie tome desquite por el homicidio de su hermano, y después de ello, sigue tan campante multiplicando la especie. Si hemos de atenernos al adagio, también bíblico, de que “por sus frutos los conoceréis”, con lo que llevamos, ya podernos darnos cuenta de la clase de Dios que pregona la “Santa Biblia”. Francamente no me simpatiza nadita.