20 de mayo de 2007

La Biblia, esa ridícula fantasía

4ª parte
Hugo Pardo
Algunos críticos de la iglesia católica limitan sus señalamientos a la corrupción del clero queriendo dejar intacta la doctrina que, para ellos, es válida, digna de consideración y si a ella se apegaran los clérigos y los fieles, creen con sobrada ignorancia e ingenuidad, no serían tan perversos los curas, los obispos, los arzobispos, los cardenales, los papas y los millones de creyentes. Quienes así piensan, normalmente no han leído la Biblia, o sólo han leído aquellos pasajes de tierno amor, misericordia y humildad que hacen aparecer al cristianismo como el paradigma de la generosidad, pero no hay tal. Esas porciones de bondad y sacrificio que se pueden leer en la Biblia, no son nada originales, provienen de concepciones helénicas, egipcias y de otras culturas. Lo cierto es que no sólo las personas que detentan el poder en la iglesia incurren en corrupción y maldad, la verdad es que la misma doctrina, por sus orígenes, naturaleza y aplicación es intrínsecamente perversa, un verdadero lastre para el desarrollo sano y equitativo de la humanidad. Veamos otro de sus hilarantes pasajes, el caso de la víbora que habla:
Génesis, capítulo 3, versículos 1 al 5: Entonces la serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo que Jehovah Dios había hecho, dijo a la mujer: -¿De veras Dios os ha dicho: "No comáis de ningún árbol del jardín"? 2 La mujer respondió a la serpiente: -Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3 Pero del fruto del árbol que está en medio del jardín ha dicho Dios: "No comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis." 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: -Ciertamente no moriréis. 5 Es que Dios sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal.
Quiere decir que hay que creer que Eva platica con una serpiente, y que hasta antes de que se encontrara con ella era como uno de tantos animales que no saben ni entienden nada, salvo la astuta serpiente que al principio hablaba parada en su cola, porque luego de su osadía, el señor Jehová sentenció: 14 Entonces Jehovah Dios dijo a la serpiente: -Porque hiciste esto, serás maldita entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.
A doña Eva, el señor Jehová Dios la sancionó así: 16 A la mujer dijo: -Aumentaré mucho tu sufrimiento en el embarazo; con dolor darás a luz a los hijos. Tu deseo te llevará a tu marido, y él se enseñoreará de ti. (machismo puro)
Aunque gracias a la ciencia se ha descubierto la anestesia, la cesárea, el parto psico-profiláctico y otras técnicas que permiten que el dar a luz no sea necesariamente algo tan doloroso como lo quiso Dios.
Y a don Adán, Jehová lo sentenció así: 17 Y al hombre dijo: -Porque obedeciste la voz de tu mujer y comiste del árbol del que te mandé diciendo: "No comas de él", sea maldita la tierra por tu causa. Con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; 18 espinos y cardos te producirán, y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo volverás.
Sólo una pregunta: ¿los curas alguna vez han sudado para ganarse el pan?
Rápido y expedito el señor Jehová procedió a condenar a su primer parejita, a toda su descendencia y a la serpiente, de la que más adelante nos enteraremos que es el mismo diablo al que el Todopoderoso Jehová no ha podido vencer, e incluso lo necesita para la realización de sus planes.
Si usted amable lector cree que ese es el Dios único y verdadero, yo respeto y paso sin ver.