27 de mayo de 2007

El clero católico envalentonado

Se empeña en dar marcha atrás a la despenalización del aborto
Respalda la militarización del país que promueve FECAL

Federico Chilián Orduña

El clero católico apostólico romano en México, el mismo que implantó el esclavismo en este país durante 300 años, el mismo que fusiló y excomulgó a Miguel Hidalgo y José María Morelos, el mismo que respaldó a Agustín de Iturbide para instaurar el primer imperio en México, el mismo que apoyó a Antonio López de Santa Ana, para que México cediera más de la mitad de su territorio a Estados Unidos, el mismo que excomulgó, combatió y sigue combatiendo el ideario liberal de Benito Juárez, el mismo que trajo a Maximiliano de Habsburgo para instaurar el 2° imperio, el mismo que coaccionó a Porfirio Díaz para que abjurara de la Constitución de 1857 y de las Leyes de Reforma, el mismo que condenó la Revolución Mexicana y se alió a Victoriano Huerta para asesinar a Francisco I. Madero, el mismo que atacó implacable al régimen de Lázaro Cárdenas, el mismo que aplaudió la masacre de Tlatelolco del 2 de octubre de 1988, el mismo que bendijo al usurpador Carlos Salinas de Gortari y que ahora respalda con todo al espurio presidente Felipe Calderón, el terrible FECAL, el mismo clero que ha propiciado la pobreza de más del 60 % de los mexicanos, en estos momentos está más envalentonado que nunca y se propone recuperar los privilegios que tuvo durante la colonia para seguir explotando la buena fe del ignorante pueblo de México.
Ahora tiene dos objetivos concretos; echar abajo la ley que despenaliza el aborto aprobada en la asamblea legislativa del Distrito Federal, y apoyar desde los púlpitos y en todos los foros el hecho de que FECAL utilice al ejército para reprimir al pueblo que pretenda inconformarse.
Vamos rapidísimo hacia la tiranía teocrática que se propone implantar el usurpador FECAL, ya que carece de respaldo social y la única forma en que puede sostenerse es con el apoyo de las bayonetas y de las sotanas.
Si el pueblo sigue distraído con el fut bol, el aclcohol y la televisión, lo más probable es que lo agarren desprevenido cuando empiecen a verse en todas las calles patrullas militares para disuadir a la población y advertirle que cualquier brote de inconformidad será reprimido por órdenes del señor de las manos limpias. Aguas, el fascismo se encuentra a la vuelta de la esquina.