13 de noviembre de 2006

Se pudre la iglesia católica

Está comprobado que su máximo jefe en México, Norberto Rivera es un vulgar protector de pederastas
En situación análoga se encuentran el Papa actual y su antecesor
Lo que hizo Mario Marín es nada comparado con lo hecho por el clero protegido por el cardenal y el espurio “presidente electo”, el terrible FECAL

Federico Chilián Orduña

Son respetables las religiones de todo el mundo: católicos, protestantes, judíos, islámicos, budistas, taoistas, etc., tienen derecho a creer en lo que a su criterio convenga, pero el comportamiento de sus respectivos cleros y sus instituciones son susceptibles como cualquier organización humana de someterse al escrutinio público.
Sobre la base anterior, podemos afirmar que en la iglesia católica en México se ha iniciado un proceso de putrefacción que alcanza hasta las más altas esferas de su jerarquía, e incluso a las más apartadas parroquias y claustros de su feligresía.
Para confirmar lo anterior bastaría con enterarse de las graves acusaciones que penden sobre el máximo jefe de esta iglesia en México, el papable cardenal poblano de Tehuacán, Norberto Rivera Carrera, a quien decenas de víctimas de su protegido el cura Nicolás Aguilar Rivera, pariente lejano y amigo de intimidades, lo han señalado como el principal responsable de que este despreciable sujeto haya abusado de más de cien niños y niñas que sus confiados padres pusieron bajo su custodia.
Una de tantas víctimas de este degenerado “padrecito”, Sergio Sánchez Merino narra que el cura abusó de él cuando tenía 12 años de edad, en 1997, y cuando posteriormente se quejó con el ahora cardenal Rivera Carrera, este en lugar de proceder en contra del sacerdote denunciado, le pidió a la víctima conformarse pues según él, “palo dado ni Dios lo quita” y mejor que guardara silencio porque de lo contrario todo el mundo se enteraría que le había chupado el miembro al curita y este le había metido su pene en el ano.
Cuando Juan Pablo II nombró a Norberto Rivera Carrera, obispo de Tehuacan y posteriormente lo habilitó como cardenal, estaba plenamente enterado de los degeneres de este sujeto, quien además protegía a otro peligroso sacerdote de nombre Marcial maciel, fundador de Los Legionarios de Cristo, a quien el exgobernador Melquíades Morales Flores le obsequió un terreno de 10 hectáreas para la construcción de su universidad, la Anahuac.
Un periodista poblano vecino de Tehuacan, de nombre Marco Aurelio Ramírez Hernández, está plenamente informado de cómo en la tierra donde Kamel Nacif tiene una de sus fábricas de mezclilla, la práctica de la pederastia es una de las aficiones de los poderosos; no es de extrañar que tan pronto como el llamado rey de la mezclilla acudió al gobernador Mario Marín para solicitarle auxilio en el litigio que tiene contra Lidia Cacho, el llamado “gober precioso” lo haya denominado “mi héroe chingao” y le haya movilizado a todo el aparato del gobierno estatal para que fueran por la periodista a Cancún y se le siguiera el proceso que ya es del conocimiento publico.
Sin embargo, tanto Norberto Rivera como Mario Marín, siguen y seguirán haciendo lo mismo por lo que cobran cantidades millonarias, gracias a que cuentan con el apoyo del espurio “presidente electo” el terrible FECAL, quien tiene mucho que agradecerles a los dos, pues gracias a ellos, se hizo el fraude electoral, y él podrá ostentarse como “presidente electo”.
Podría seguir mencionando detalles del degenerado comportamiento de algunos sacerdotes católicos, pero la verdad me da asco y nauseas nomás de pensar en lo que han hecho estos desgraciados que hablan a nombre de Cristo, viven como sultanes y explotan la buena fe e ignorancia del pueblo.