5 de octubre de 2006

La toma de posesión de FECAL es moralmente imposible

Los asambleístas del D. F. no reconocerán al espurio “presidente electo”
El pueblo de Oaxaca resuelto a defender el legado de Juárez e impedir el ascenso de FECAL


Federico Chilián Orduña

En el bicentenario del natalicio de Benito Juárez, el fraude electoral que declara “presidente electo” al dipsómano de Felipe Calderón, más conocido como el pelele de FECAL, no es más que una de las muchas agresiones del grupo conservador clerical que desde los tiempos de Miguel Hidalgo han querido mantener sus privilegios de dominación.
Pero el pueblo de México no ha olvidado la historia y no está dispuesto a soportar más burlas, ni a encaramar en el poder a remedos de Miguel Miramón, ni de Victoriano Huerta, ni de Carlos Salinas. La Resistencia Civil Pacífica está más vigorosa cada día, y de ninguna manera va a permitir que el 1 de diciembre tome posesión el espurio “presidente electo”; antes que eso el pueblo soberano tomará drásticas medidas que harán imposible que llegue al palacio Legislativo a cumplir con el requisito que marca la Constitución Política en el artículo 87.
El pueblo mexicano está en rebelión y resuelto a no entregar su Patria a los designios de Washington, del Vaticano, del Banco Mundial, ni de ninguna fuerza extranjera.
La decisión de no permitir que se erija en presidente constitucional el pelele de FECAL está más allá de lo que consideren Andrés Manuel López Obrador, el Partido de la Revolución Democrática y el Frente Amplio Progresista.
Los resolutivos de la Convención Nacional Democrática, se traducirán en que el pueblo ejerza a plenitud las facultades que le concede el artículo 39 constitucional, y serán tantas las medidas que tome la población para impedir FECAL asuma la presidencia, que ni el ejército, ni la marina, ni ninguna fuerza represiva será capaz de detener a un pueblo en rebeldía, porque no serán unos cuantos localizados en una calle, como de manera frívola e irresponsable declaró el traidor de Vicente Fox Quesada, serán millones de mexicanos en toda la República, muchos más de los 15 que supuestamente votaron por FECAL los que se manifiesten en su contra.
Por lo pronto ya lo han hecho patente los asambleístas del PRD en el Distrito Federal y los miles de paisanos de Benito Juárez que exigen la renuncia de Ulises Ruíz y se han preparado para librar la gran batalla histórica por la defensa de la soberanía popular.
Lo más grandioso y admirable de esta rebelión es que se hace y se seguirá haciendo con métodos pacíficos.