14 de septiembre de 2006

¡Viva la Convención Nacional Democrática!

El grito de Independencia en el Zócalo de la capital del país lo dará Andrés Manuel López Obrador
El esposo de la señora Martha, decidió irlo a dar a Dolores Hidalgo, Guanajuato, según dicen que dijo “para preservar condiciones favorables para la concordia y la paz”

Federico Chilián Orduña

El cónyuge de la señora Sahagún, quien cobra como presidente de la República el sueldo más alto del mundo, decidió a las 15 horas de ayer trasladarse a la localidad de Dolores Hidalgo, Guanajuato, para dar el tradicional grito de Independencia, en vista de que, como dicen los panistas, “los desarrapados, la chusma, los nacos, tienen tomado el Zócalo”, y el ranchero que se siente de sangre azul por ser hijo de extranjeros, prefirió hacer un festejo exclusivo para la elite de ladrones y privilegiados que lo han acompañado a lo largo de su nefasto sexenio.
Transcendió que en ese lugar la familia presidencial ofrecerá a los asistentes sándwiches de pan Bimbo, latas de jugos Jumex, papas y churrumais Sabritas, y en general, se atascarán de toda la chatarra que venden las empresas que contribuyeron a la guerra sucia y de odio que tanto éxito tuvo y que culminó con el nombramiento del “pelele” FeliPILLO Raterón, como presidente de esta sufrida República, para seguirla saqueando y ponerla a disposición del gran capital transnacional.
Se dice que junto al ranchero ex vendedor de cocacolas, estarán los obispos (mill)Onésimo Zepeda y Juan Sandoval e incluso el Norberto Rivera, que mudará momentáneamente el capelo cardenalicio por un elegante sombrero de charro, claro, sin dejar la sotana que lo distingue. Asimismo, se cuentan entre los invitados de Monseñor Abascal, a los embajadores de Estados Unidos, España, Israel, Alemania, Guatemala, Andorra y Japón. Desde luego también en primera fila, junto al feliz matrimonio que formó la señora Sahagún, estarán Emilio Azacárrga, Ricardo Salinas Pliego, Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre, y en general todo el personal que tiene la tarea de idiotizar al pueblo a través de la pantalla chica.
En suma, será una ceremonia exclusiva sólo apta para quienes están convencidos que el terrible FECAL tiene las “manos limpias” pues se las ha lavado sistemáticamente antes de comer, después de ir al baño, y tan pronto como toma algunos centavitos del erario para arrojarlos como bolo del padrino, a los hambrientos acarreados que le hacen el caldo gordo y le proporcionan la legitimidad de que carece.
Para jalar el mecate de la campana de Dolores, se cuenta con la participación de los “gober preciosos”: Mario Marín, Ulises Ruíz, Sergio Estrada Cajigal y Fidel Herrera. Como encargados de disparar los cañones de confeti se ha comisionado a Emilio Gamboa Patrón y a su colega panista de apellido Zermeño y cuyo nombre sepa el diablo cual será, pero que estará debidamente auxiliado por Kamel Nacif, Jean Surcar Kuri y las chicas que los acompañen tomadas de la mano y de lo que se pueda de los muchachitos Bibriesca. En lugar apartado se divertirán Hildebrando Zavala y Manuel Espino.
Como coordinador para la entonación del himno nacional estadounidense, se ha designado a Mariano Azuela Guitrón, quien estará acompañado de los siete enanos marranos magistrados del TRIFE, que debidamente enfundados con su toga y su birrete, tocarán los triángulos metálicos para darle mayor sonoridad a la ceremonia. Eso y más, ocurrirá allá en el pueblo de quien fuera “un peligro para México”, don Miguel Hidalgo y Costilla.
Y en la capital de la República, simplemente estarán reunidos más de un millón de mexicanos secundando los gritos que desde hace 49 días ha venido expresando cotidianamente, el ciudadano que recibió el mayor número de votos en la elección presidencial: Andrés Manuel López Obrador.
Lo que habrá para la cena ya se sabe: chalupas, pozole, mole de panza, aguas de jamaica, horchata, cervezas, tequila, etc., y antes de converger en el ¡Viva México!, todos al unisono gritaremos ¡Viva la Convención Nacional Democrática! Que, a pesar de la posible, se realizará al día siguiente.