21 de septiembre de 2006

México, el país más desigual del planeta: Muñoz Ledo


Mario Marín debe dejar el cargo, sostuvo
El 18 de noviembre podría venir AMLO a Puebla

Federico Chilián Orduña

Invitado por el Frente Cívico Poblano, ante un auditorio repleto, Porfirio Muñoz Ledo hizo un diagnóstico descriptivo de la situación política que vive el país actualmente y con la claridad que lo caracteriza explicó lo que significaría para el país que Felipe Calderón Hinojosa tomara posesión del cargo del que se dice fue “electo”, cuando todo mundo sabe que se cometió el mayor fraude electoral que se registra en la historia de México, mucho más burdo, grotesco y evidente, que todos los que han ocurrido anteriormente.
Quien fuera colaborador del gobierno de Vicente Fox, como coordinador para la promoción de la reforma del estado, primero, y después como embajador en la Unión Europea, afirmó categórico que la derecha en el poder está en proceso de descomposición, y a eso se deben todas las trampas y triquiñuelas de que se valió para imponer a su “presidente electo”.
El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) fue una infamia, afirmó categórico. En cualquier otra parte del mundo, cualquier juez, hubiera procedido como lo marca sentido común, esto es, hubiera procedido a realizar las investigaciones del fraude que se señala, independientemente de los datos que aportara la víctima. En este caso, el TRIFE admitió que se cometieron una serie de irregularidades por parte del presidente Fox y de un grupo de empresarios afines, que hicieron gastos ilegales para favorecer a su candidato, y en lugar de hacer las averiguaciones que se requieren para evaluar los efectos de estas prácticas, se conforma con señalarlas y afirmar que estas no afectaron el resultado. Todos los avances que se lograron en los últimos quince años en materia de legislación electoral se vinieron abajo.
La derecha ha hecho retroceder al país más de 20 años, y lo que les falta si permitimos que Felipe Calderón tome posesión. Hoy, como cuando se combatió al fascismo, la consigna es: ¡no pasarán!, y el público reunido repitió eufórico la sentencia ¡no pasarán!
El problema central en este momento es el de la legitimidad, nosotros tenemos a un presidente legítimo, recalcó, al tiempo que los asistentes coreaban ¡Obrador!, y ellos tienen a un presidente dizque electo, pero que carece de legitimidad. Esa es la diferencia.
Se refirió también al programa de acción múltiple que ha concebido el Frente Amplio Progresista, formado por los tres partidos que integran la Coalición, todos los gobernadores perredistas, los senadores, los diputados, presidentes municipales y regidores, que surgieron de alguno de los partidos de la Coalición, cuya meta es librar la “madre de todas las batallas” que se llevará a cabo el 20 de noviembre, cuando Andrés Manuel López Obrador tome protesta como legítimo presidente de México, aunque esta fecha pudiera adelantarse, el 18 de noviembre, tal como sucedió cuando se inició la Revolución Mexicana con el levantamiento en armas en la Casa de los Hermanos Serdán.
Y despertó a la Puebla revolucionaria que volvió a corear ¡Obrador! Ya encarrerado, Muñoz Ledo, de excelente buen humor, toleró las imperfecciones del micrófono, caminó por el pasillo del auditorio y continuó con su cátedra peripatética, motivando a los poblanos a que entren en acción y actúen como sus antepasados, adelantándose a la fecha marcada por la revolución.
Necesitamos levantarnos en almas, hacer la revolución de las conciencias, romper el cerco informativo, defender la legitimidad de AMLO, denunciar el fraude, impedir el ascenso de Calderón y restaurar a la República.
Luego abordó el tema de Mario Marín de quien dijo que pactó con el PAN para ganar impunidad y que por ello les cedió la plaza; aunque ahora están en un predicamento el gobierno panista, pues carece de elementos que justifiquen la permanencia de Marín, con quien tienen una deuda política electoral.
Los gritos cambiaron a ¡fuera Marín!. Dijo del caso que la SCJN debe investigar, el senado debe actuar, y el pueblo debe movilizarse. Demostrar que hay ingobernabilidad causada por este gobierno. Aquí está en juego la democracia. Que no gana una vez y para siempre, sino que tiene que ganarse todos los días. Hay que terminar con el oprobio, con el abuso de poder, con la complicidad del gobierno con grupos acaudalados, y acabar con la ola de crímenes que afectan a la niñez y a la familia.
Contundente sentenció: aquí, en Puebla, se juega el destino del país.
Y luego vinieron las preguntas, yo le pedí que nos diera una orientación sobre lo que debemos hacer para garantizar que todos los que estemos en esta lucha seamos auténticos, porque hay emisarios del gobierno que simplemente vienen a reventar el movimiento; me pidió nombres y di el de Alberto Guadarrama, de quien me han dicho que cobra en la secretaría de gobernación a cargo de Javier López Zavala.
El aludido en su oportunidad de réplica afirmó que tiene más de 10 años en esta lucha y todo mundo lo conoce. A la salida le pregunté que si quería saber el nombre de quien me pasó la información y permaneció en silencio.
Otras muchas personas del auditorio hicieron muchas e inteligentes preguntas y a todas les dio respuesta puntual.
De su diagnóstico lo que mayor impacto causo fue su afirmación en el sentido de que México es el país más desigual del planeta, según estudios de la ONU.