3 de septiembre de 2006

Fox y Calderón ya se hicieron bolas

Fox cercó militarmente la Cámara de Diputados, violando la Constitución, derrochando recursos del erario, inútilmente, sólo para protegerlo a él
El día del informe, Calderón permaneció en su casa, a resguardo de su cuñado Hildebrando, los hijos de la Sra. Martha y del grupo el Yunque
Hoy podría el TRIFE prender la mecha del estallido social o reconocer al verdadero ganador de las elecciones: Andrés Manuel López Obrador


Federico Chilián Orduña


Más patética no pudo ser la actuación de Vicente Fox el día 1 de septiembre, cuando luego de haberse posesionado del recinto legislativo con el empleo de las fuerzas armadas del Ejército Nacional, del Estado Mayor Presidencial, de la Policía Federal Preventiva, acudió al Palacio de San Lázaro y se limitó a entregar su 6° y último informe de gobierno y retirarse de inmediato como perro con el rabo entre las patas, ante la falta de condiciones para que le diera lectura.
De nada sirvieron los miles de uniformados armados hasta los dientes para repeler a la población que supuestamente se manifestaría alrededor de la Cámara de Diputados, porque AMLO y sus simpatizantes no cayeron en la provocación y permanecieron en el Zócalo de la ciudad para evitar la violencia de los “pacíficos”.
Ningún panista, ni priísta, ni del PANAL, ni del Verde, se imaginaban la respuesta que iban a dar los legisladores de los partidos que forman la Coalición Por el Bien de Todos, PRD, PT y Convergencia, quienes tan pronto como el senador perredista Carlos Navarrete, leyó el artículo 29 Constitucional que Vicente Fox había violado, subieron a la tribuna del Congreso y allí permanecieron hasta que se retiraron las fuerzas castrenses, cuya movilización ese día costó al pueblo decenas de millones de pesos, sólo para cuidar al farsante de Vicente Fox.
Mientras eso sucedía, trascendió que el pelele del gran capital y del fascismo, bautizado como Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón e Hinojosa, más conocido como el terrible FECAL, se puso su pijama, se colocó su gorro, tomó su oso de peluche y se ocultó debajo de su cama, pidiéndole a su cuñado Hildebrando Zavala, a los hijastros de Fox, los Bibriesca Sahagún, y al grupo fascista paramilitar del Yunque, que lo cuidaran de esos “violentos” y que dijeran a las televisoras que optó por ver el informe desde sus oficinas, para no mortificar a nadie.
Por otro lado, las fieles damas de la Vela Perpetua, se dedicaron a rezar el Rosario, y a implorar al marido de la señora Martha que ya les ponga un “hasta aquí” a esos “revoltosos” que ya tienen 36 días de plantón en el Zocalo de la ciudad de México. Por su parte, los empresarios que violando la ley destinaron millonarias sumas de dinero para apoyar la campaña de odio de FECAL, también sugirieron al segundo esposo de la señora Sahagún que ya se faje bien los pantalones con su cinturón con la hebilla de Fox y les de un “escarmiento” a quienes se quedan a dormir en las calles que tienen tomadas los amloistas.
A final de cuentas se frustró el genocidio que tenía planeado ese hijo de extranjeros que con documentos apócrifos se encaramó en la presidencia de la República. AMLO, una vez, le ganó la partida.