19 de julio de 2006

Garibi Harper y Ocampo no responde

  • Pese a que se le ha dirigido una Carta Abierta en la que se le solicita una respuesta, respecto a su dicho de que “el IFE está preparado para imponer al candidato del gobierno”
  • Y aún cuando pidió que esto no se publicara porque, según dijo “podía perder la chamba”; ya se publicó y él sigue en su chamba sin que pase nada

    Federico Chilián Orduña

    A juzgar por el silencio del consejero presidente del IFE en Puebla, Luís Garibi Harper y Ocampo, todo indica que así va a permanecer mientras una autoridad superior o el pleno del Consejo Electoral no actúe de acuerdo con el cometido para el cual se le paga.
    Sostengo una vez más públicamente que el señor consejero presidente del IFE en Puebla, el licenciado Luís Garibi Harper y Ocampo reconoció en sus oficinas, en presencia de la subdirectora de este medio informativo, que el IFE no es imparcial y señaló que “está preparado para imponer al candidato del gobierno”.
    Esto lo expresó días antes de los comicios, y durante la jornada electoral pude constatar que efectivamente un contingente de empleados del IFE se dio a la tarea de recorrer todas las casillas, dizque para verificar que el proceso se desarrollara normalmente, aunque en realidad cumplía el cometido de hacer los “arreglos” para que la votación favoreciera a Felipe Calderón.
    La versión del consejero presidente se ha publicado en este periódico en varias ocasiones, antes y después de los comicios del 2 de julio, y el señor licenciado Garibi Harper y Ocampo, no niega, ni afirma, simplemente aparenta ignorar el señalamiento público que se le formula.
    De acuerdo con la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, la autoridad tiene un plazo de ocho días para responder por escrito un proveído (Art. 138). Si el Lic. Garibi no se apega a este ordenamiento, estará tácitamente admitiendo el señalamiento, en cuyo caso procede que presente su renuncia al cargo de consejero presidente, junto con todos los empleados de confianza por él contratados, y que se abran los paquetes y los sobres, se cuenten los votos, uno por uno, casilla por casilla. No reconoceremos a ninguna autoridad emanada de un fraude electoral.