25 de julio de 2006

FECAL, insensible y autoritario

Al negarse al conteo voto por voto, admite tácitamente que hubo fraude y este le favorece
Si el TRIFE lo ratifica como el candidato “ganador”, su presidencia sería inviable

Federico Chilián Orduña

No demoró demasiado Felipe Calderón Hinojosa en responder a Andrés Manuel López Obrador, respecto a la petición que este le formuló por escrito para que acepte el recuento voto por voto, casilla por casilla, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), no se exponga a ningún conflicto, aprobando una solicitud que le presenten los candidatos con más alta votación.
En menos de cinco horas, luego de haber recibido la solicitud, FECAL le respondió a AMLO que ese asunto le corresponde al TRIFE y no a los partidos ni a los candidatos, como si estos fueran meros convidados de piedra y estuviesen ajenos al fallo del Tribunal.
Con tal contestación, que no reflexionó ni medio día, FECAL exhibe por un lado el autoritarismo característico de su candidatura, y por otro, su aceptación tácita de que se trata de una elección fraudulenta de la que él es el principal beneficiario, y por lo tanto no puede compartir la idea de que se realice un recuento general de todos los votos en todas las casillas.
El presidente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño, afirmó que la respuesta de FECAL “no corresponde a la de un político demócrata”; por su parte Cesar Nava Vazquez, secretario general del PAN, aseguró que “la invitación al diálogo que FECAL le planteó a AMLO es genuina y honesta, y que esperaba que en su discurso del próximo domingo condene los actos de violencia que se han suscitado”.
Lo cierto es que FECAL y sus colaboradores se salen por la tangente, porque no es con un diálogo entre FECAL y AMLO como se puede superar la crisis de credibilidad que abate no solo al IFE sino a todo el sistema político mexicano. No es un asunto de interés privado, que sólo competa a los candidatos, es un caso de carácter público que afecta a toda la población, en consecuencia debe plantearse y resolverse públicamente.
Al negarse al conteo, lo único que propicia FECAL es la ingobernabilidad.