Estralla Newman está en Puebla

* Trajo más de ochenta obras para exponerlas al culto público de esta ciudad

* Se espera que las autoridades municipales y las de cultura, tomen cartas en el asunto para darle la atención que se merece

Federico Chilián Orduña

La gran pintora, escultora, musicóloga, pitonisa y rescatista de nuestra mexicanidad, alumna de Diego Rivera, de Fridha Kahlo, de Julián Carrillo, amiga de Salvador Dalí, de Graciela Olmos “La Bandida”, musa de Roberto Cantoral, quien en ella se inspiró para escribir su famosa canción “Reloj”, la que dice “ella es la estrella que alumbra mi ser, yo sin su amor no soy nada…”, ella, la gran mujer que esculpió a golpe de martillo, uno de los cabezas más grandes que se haya hecho de Benito Juárez; llegó el pasado sábado a Puebla, y ayer tuve el honor, el placer y el privilegio de entablar la primera de muchas conversaciones que quiero tener con esta agradabilísima artista.
Esta en Puebla, no vino sola, sino acompañada de una parte importante de su espléndida obra, que abarca más de ochenta cuadros de gran tamaño y otro lote semejante de pequeñas piezas en diversas técnicas. Una maravilla, que no sólo los expertos, sino cualquier persona puede admirar porque refleja la riqueza de nuestras raíces culturales, el prodigio de lo que hicieron los pobladores originales de las tierras de América, y trasmite el mensaje de lo que las generaciones actuales tenemos que hacer para reencontrarnos en nuestro destino común.
Estrella Newman forma parte de la Fundación Ollin Yolome A.C., que significa Movimiento de todos los corazones, y me comenta “se trata de todos los corazones, si me hablan del Sagrado Corazón, bienvenido, si es el corazón de quien sea, todos son bienvenidos”; y añade “esto no tiene nada que ver con ideologías chatarra, o con partidos políticos, o con creencias religiosas, se trata de nuestra propia historia, la que cada vez se quiere olvidar más, lo cual es un error, porque quien no conoce sus raíces no sabrá a donde va”.
Durante la primera charla platica de su relación como alumna de Diego Rivera, Frida Kahlo y Julián Carrillo, quienes eran sus vecinos en Coyoacan, “¡mi vocación estuvo marcada por la vecindad! ¿Cómo ignorar a los genios que vivían al lado de mi casa?, ¡imposible!”. Subraya que Julián Carrillo fue un genio y un científico que primero fue reconocido en el extranjero, antes que en México, por esa especie de “malinchismo” de nuestros encargados de la cultura.
Relata el hecho de que Julián Carrillo dirigió en Nueva York la orquesta sinfónic, que desubrió más de cinco mil seiscientos sonidos y que logro reproducir y combinar de manera armónica todos los que produce la naturaleza.
Habla Estrella Newman de las marchas que organiza periódicamente para recordar a Cuauhtémoc, una que sale de Tenosique, Tabasco, y otra que viene desde Alaska, y que ambas desembocan en Ixcateopan, Guerrero. Recuerda cuando trajo a México al genial músico griego Mikis Theodorakis; me asombra la coincidencia y le comento que yo estuve en el estrado en Ciudad Universitaria, aquí en la UAP, en 1973, donde nos dio un gran concierto, invitado por mis amigos del grupo “galáctico”, al que acudieron miles de universitarios. Con esto se sella nuestra afinidad de inclinaciones, me platica de Ignacio Romero Vargas Yturbide, a quien se debe una importante labor de rescate de nuestro pasado indígena; habla de Benjamin Laureano Luna, nuestro apreciado dirigente del Frente Mexicano Pro Derechos Humanos; me muestra un álbum fotográfico de Eduardo Casasola donde se ve una imagen cuando ella esculpe el rostro de Juárez, y tengo la oportunidad de ver de rapidito porque tengo que regresar a hacer el periódico de la monumental obra que trajo a esta ciudad, me quedo perplejo, por no decir esa palabra que se le parece, asombrado de la fecundidad con que ha trabajado Estrella Newman.
Nada más que se organice, próximamente podremos todos los poblanos admirar la obra de esta gran artista mexicana.