Psicología científica para todos (2)

Federico Chilián Orduña

La psicología científica estudia la interacción de los seres humanos en su ambiente geográfica y culturalmente determinado, y al concebir a estos como entidades bio-psico-sociales, se constituye en una ciencia de síntesis en la clasificación general de todas las ciencias.
Por la naturaleza biológica de los seres humanos, la psicología se vincula con las ciencias naturales, y emplea el mismo método que estas, el análisis clínico y/o experimental, para dilucidar el estado biológico, físico, anatómico, fisiológico, en el que se hallan los individuos en el tiempo que son estudiados.
Por la peculiaridad psicológica que distingue a los seres humanos del resto de los organismos, la psicología se asocia con las ciencias filosóficas, y se vale del mismo método que estas, el análisis lógico dialéctico, para evaluar el nivel intelectual, moral, emocional, y las contradicciones internas, en las que se debaten los casos que son motivo de estudio.
Y por la condición eminentemente social que determina la formación de los seres humanos, la psicología se conecta con las ciencias sociales, y adopta el mismo método que estas, el análisis histórico social, para precisar la clase, estrato y sector a que pertenecen los sujetos que son causa de observación, y el carácter de las relaciones sociales que sostienen.
Todo ello ha de estudiarse en su devenir, de manera dinámica, global y funcional, esto es, en su movimiento, comprendiendo la conducta de los seres humanos en su totalidad y en la función que unos individuos tienen con respecto a los otros en su evolución ontogenética y como especie en su evolución filogenética. Esto quiere decir, que la problemática que se estudie ha de explicarse desde sus orígenes y a lo largo de sus transformaciones. En el primer caso, considerando que puede ser desde la concepción y formación intrauterina, pasando por los periodos de lactancia, infancia, pubertad, adolescencia, juventud, adultez, senectud, involución y muerte; y en el segundo, desde la aparición de los primeros hominidos, el homo erectus, el homo sapiens y el homo sapiens actualis, todo el proceso que determina que surja el pensamiento, el lenguaje y la utilización de herramientas, con lo cual cada ser humano se relaciona con sus semejantes, con los que discierne y trasciende de alguna manera.
La psicología científica se nutre de los resultados que reportan todas las ciencias que de cualquier modo estudian lo que los seres humanos hacen y lo que a ellos sucede, y extrae de ellas las conclusiones que permiten conocerlo mejor en sus incesantes cambios.
La psicología científica no es la asignatura facilita que todos puedan manejar aún de manera intuitiva y lírica. Hay que aprenderla como cualquier otra ciencia que se respete a sí misma. Es una disciplina que se aparta del simplismo y la especulación, y se enfoca directamente a la comprensión de los fenómenos de la vida humana en toda su complejidad, con lo cual procura orientarla en sentido de su máximo aprovechamiento para alcanzar su plena realización.
Liberada de las ataduras a que la sujetan las concepciones metafísicas; la psicología científica se encuentra sólo al alcance de quienes estén dispuestos a reconocer la realidad tal como es, y a realizar su mejor esfuerzo para transformarla y así lograr la emancipación, lo que llaman en psiquiatría “salud mental”, y lo que en términos profanos es la felicidad, nunca estática, siempre en la acción que es factible con equilibrio y armonía.
Nos leemos el próximo lunes.
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