9 de diciembre de 2007

El gobierno de Marín preñado de sinarquismo

Y en la BUAP cogobierna el FUA

Federico Chilián Orduña

Varios de los acontecimientos ocurridos la semana pasada dejaron ver el rostro del sinarquismo en las entrañas del gobierno de Mario Marín y se pudo constatar que la orientación ideológica del grupo en el poder del gobierno estatal está plenamente identificada con la ultraderecha, es parte de ella.
Parece increíble que una persona como Mario Marín, oriundo de la mixteca poblana, surgido de familia indígena campesina humilde, quien cursó todos sus estudios en escuelas públicas y es miembro distinguido del Partido Revolucionario Institucional, sea proclive a favorecer los intereses de la hispanidad en su forma más autoritaria y dogmática como lo es la falange franquista eminentemente anti cardenista que representa el sinarquismo.
Pero vayamos por partes, ¿qué es el sinarquismo, y por qué afirmamos que ha preñado al gobierno de Mario Marín?
El sinarquismo es un movimiento político de ultraderecha cuyos orígenes se ubican en la rebelión cristera de 1926 a 1929. La Unión Nacional Sinarquista se constituye en León, Guanajuato, el 23 de mayo de 1937, para oponerse a las políticas impulsadas por el gobierno de Lázaro Cárdenas, como lo hizo más tarde el PAN. Uno de sus inspiradores, fundadores y dirigentes más notables fue el Lic. Alfonso Trueba Olivares, cuyo nombre lleva la Generación de abogados, notarios y actuarios 1973 – 1977 egresados de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, a la que pertenece el gobernador y varios de sus principales colaboradores, entre ellos, el secretario de gobernación Mario Montero Serrano, el presidente del PRI Valentín Meneses Rojas, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Manuel Flores Mendoza, el director de gobernación Rufo Juárez Peñuela y muchos otros en sendos cargos. Es obvio que los noveles abogados decidieron ponerle ese nombre a su generación porque lo consideran un maestro ejemplar, es el colega con el que más se identificaron en el momento de graduarse, en suma, al que pudieran emular.
La semana pasada cumplió su 30 aniversario dicha generación y para celebrarlo, incluyó entre sus eventos una misa de acción de gracias a la que acudió el gobernador con su esposa, los funcionarios mencionados y muchos más. Allí escucharon y admitieron el sermón preparado ex profeso para la ocasión que les dio el clérigo en turno, en el que les sentenció que “ellos tienen la obligación de cumplir con las leyes de Dios, antes que cualquier otra ley, que sus actos como gobernantes tienen que ir en el sentido de aplicar la justicia de Dios, y de no olvidarse que primero es Dios y luego todo lo demás”. Les advirtió que “no les fuera a pasar lo de a los comunistas ateos de Europa occidental, que por desconocer a Dios se les vino el mundo encima”, todo ello dentro de un largo mensaje en el que el sacerdote hizo caso omiso de las leyes mexicanas consagradas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente en el artículo 130 en el que se establece con toda claridad la prohibición a los ministros de culto religioso de hacer proselitismo político a favor o en contra de candidato, partido o asociación política, cualquiera que sea.
Aunado a lo anterior, el mismo día, el gobernador Mario Marín develó el nombre del Gral. Miguel Negrete, inscrito con letras de oro en el salón de plenos del palacio legislativo debajo de los del presidente y Gral. Vicente Guerrero y del periodista revolucionario Ricardo Flores Magón. En la exposición de motivos para la colocación del nombre, se exaltaron las cualidades castrenses del Gral. Negrete y se hizo una apología de su participación en la defensa de la República ante la invasión francesa, lo cual es digno de reconocerle, pero claro se soslayaron los repentinos y caprichosos “cambios de chaqueta” que dio el Gral. Negrete, pasándose de un bando a otro en varias ocasiones y traicionando a final de cuentas el espíritu liberal que dio lugar a la Constitución de 1857 y la necesaria permanencia en la presidencia de Benito Juárez, al que pese a la amnistía que le concedió, lo traicionó y se rebeló en su contra.
Cada quien elige a sus héroes, el Gral. Negrete, lo es de los conservadores liberales conservadores astutos veleidosos arribistas desleales sin principios. La decisión de colocar su nombre en el Congreso del Estado es definitoria de los “valores” que distinguen al grupo marinista, tales como el voluntarismo, la prepotencia, el oportunismo, la ambición compulsiva, el gusto por el ejercicio del poder por el poder mismo, esto es, a juzgar por la forma y el discurso con el que maneja su política.
Y este asunto va más allá, la derechización del poder en Puebla se extiende al ámbito de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla donde prácticamente se ha desterrado la enseñanza del marxismo en los colegios y facultades de ciencias sociales y humanidades, y se ha instaurado un sistema de enseñanza aprendizaje positivista en el que los maestros y alumnos se mantienen desatentos de los problemas económicos, sociales y políticos que afectan a su entorno, del cual poco o nada opinan.
Un buen número de altos funcionarios de la BUAP son egresados de la UPAEP, del mismo modo que otro número de egresados de la BUAP laboran en la UPAEP, ideológicamente ya no se perciben mayores diferencias, aunque una es pública, auspiciada por el Estado y la otra es privada, formada por el FUA que devino Patronato con la misma ideología.
No está mal que pese a sus diferencias establezcan relaciones e intercambios de recursos humanos en un clima de respeto, lo que está mal es que ya no haya diferencias en la orientación de ambas instituciones, que los perfiles y parámetros de evaluación sean los mismos, que la función educativa se reduzca a las cuestiones meramente técnicas y se aparten de las científicas básicas y las filosóficas generales, que son las que dan lugar a las diversas concepciones del desarrollo, de las cuales han de desprenderse las políticas que deban ejecutarse de acuerdo con las necesidades de la sociedad.
Los anticomunistas del FUA están en contra del comunismo por ser “ateo”, olvidando que todas las ciencias son necesariamente “ateas”, y no por ello son malas, o ¿hay alguna ciencia que recurriendo a la hipótesis de la intervención de Dios haya demostrado algo? Es válido estar en desacuerdo con el marxismo como con cualquier otra “ideología”, si sólo se ve como tal, pero no se puede desconocer su utilidad como instrumento de análisis histórico social y el hecho de que constituye el acontecimiento intelectual más relevante de los siglos XIX y XX, que incidió en todas las disciplinas, las ciencias, las artes y la cultura en general. La BUAP está ahora en la posición de hacer a un lado el marxismo, tal como lo quería el FUA, antes de que asesinaran a Joel Arriaga y Enrique Cabrera, a quienes voceros oficiosos de la BUAP como Rigoberto Benítez, se han referido como próceres “ya superados”. Preguntamos ¿por quien?, ¿por Alfonso Vélez, Samuel Malpica, los primos Doger, o el tocayo del último? Es evidente que el Estado laico, la autonomía universitaria y la historia de Puebla, requieren mayor respeto ¿no?
Y mientras los encargados de brindar este respeto se percatan de tal necesidad, hay que subrayar que esta faz, la del sinarquismo en las filas del marinismo, es sólo una de la muchas caras que tiene la derecha en el poder, las otras se encuentran en la Suprema Corte de Justicia, los Pinos, el poder legislativo en manos del PRI y el PAN, la corriente “Nueva Izquierda” del PRD que jefatura Jesús Ortega, que de tan nueva ya se identificó con la derecha, el duopolio televisivo, la mayoría de los medios radiofónicos e impresos, el alto clero católico y en general la gente que prefiere seguir atada a los dogmas en lugar de atreverse a usar su capacidad de raciocinio.

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