4 de noviembre de 2007

Seis Reaccionarios Vs. un Liberal

Puebla tiene la oportunidad histórica de rescatar su dignidad
Los partidos tradicionales y sus paleros continúan con el derroche mercadotécnico

Federico Chilián Orduña

Ayer estuve en dos instituciones de educación superior: la Universidad Realística de México y el Instituto Tecnológico de Puebla, tuve la oportunidad de exponer mis propuestas ya conocidas, del Programa de Abatimiento al Rezago Educativo (PARE), de la Contraloría Social Ciudadana (CSC), de una Administración Transparente y al Día (ATD), del Programa para la Seguridad Integral (PSI), del Gobierno Plural e Incluyente (GPI), además platicamos un poco sobre el Plan de Remodelación y Desarrollo Urbano (PRDU), que comprende resolver el problema de las vialidades, el ambulantismo, la peatonización, las ciclo pistas y en general las cuestiones de la ciudad como la casa de todos sus habitantes, de nuestro habitat.
Les comenté que para resolver el problema del comercio ambulante en el Centro Histórico y otras áreas de la ciudad, propongo construir, si la votación mayoritaria me favorece, una serie de pasos peatonales aéreos y subterráneos con locales comerciales y cubículos para computación, el uso de la Internet y todos los servicios que permita el reglamento. La idea es erradicar en primer lugar el cúmulo de accidentes que se observan en la ciudad, como las decenas de cruces que se encuentran plantadas frente al monumento a Benito Juárez de Plaza Dorada, como testigos mudas de los trágicos accidentes registrados a consecuencia de la negligencia de las autoridades municipales que la han gobernado, procedentes de los partidos PRI, PAN y PRD.
En la Universidad Realística les platiqué de mi paso por esa noble institución. Fui alumno de lo que fue la Escuela Granja “Legionarios del Campo”, antecdente deque dirigió mi querida y maestra, la profesora Enriqueta López de Cabrera, a la que le guardo muy gratos recuerdos, porque fue quien me colocó las medallas de primer lugar en aplicación y aprovechamiento que obtuve al terminar el 6° año de primaria. Y les conté toda mi historia en esa escuela, de cuando entré siendo un niño muy guerrista, inquieto y travieso, a tal grado que compartí y alterné con mi entrañable amigo el ahora arquitecto Ignacio Ibarra Pedraza, el último y el penúltimo lugar de las listas; de cuando en el 4° año cómo quisimos a la maestra Aurora Martínez, siempre tan bella, atenta, con su falda entallada, de cómo al pasar al 5° año, ya disputaba el primer lugar a mi amigo y admirado compañero Rodrigo Saldaña Guerrero, una verdadera lumbrera, con una memoria prodigiosa, y de cómo al llegar al 6° año, modestamente, fui el primer lugar todo el año, con mi queridísima maestra Marín Leal. Les hablé de las parcelas que cultivamos, de rábanos, zanahorias, cebollas, y del tamaño de la ciudad y de su población en aquellos tiempos, en comparación con el de ahora.
Fustigué severo a mis competidores y saludé cuando salían a Gabriel Hinojosa, y a Luís Enrique Fernández, quienes también hablaron a los jóvenes.
En el Tecnológico una alumna me preguntó al término de mi exposición, fuera del salón de Conferencias “José Vasconcelos” que si no habría riesgo de que aumentase la inseguridad pública, por falta de vigilancia, le respondí que todo se puede prevenir. Los pasillos contarán con cámaras, sistemas de alarma y lo que cualquier metro moderno tiene. La joven se mostró convencida y añadió que le llamaba la atención el PARE, el cual le pareció una empresa colosal como en realidad lo es, me dijo que ha trabajado para el PRI, pero le gustaría trabajar para un gobierno que yo encabezara, le respondí que aunque no fuera yo electo, haría las gestiones que fuesen necesarias para que obtuviera un trabajo en el próximo ayuntamiento. Mientras me decía esto al término de la conferencia, observaban los maestros psicólogos Zarel Mauleón y Helí Herrera, la maestra en letras, Guadalupe Granados, entrañables colegas y amigos desde la Escuela de Filosofía y Letras de la UAP con quienes he sostenido relaciones de cálida amistad desde hace más cuatro décadas.
Los docentes que nos recibieron y despidieron nos brindaron una excelente atención, y tuve la suerte de encontrarme a muchos, muchos amigos, todos los cuales me felicitaron, y muchos más me ofrecieron su voto.
En la Realística un reportero me preguntó si tenía yo esperanza de conservar el registro del partido, le respondí que estoy compitiendo para ganar y aquí como en el béisbol, el juego se decide hasta que caiga el último out.
Por cierto, el béisbol es el deporte que más practiqué en mi infancia y adolescencia, junto con Jorge Manuel y Miguel Larrazabal Osorio, Manuel Vega García, Carlos Olivera Molina, Ángel Montes Reyes, Manuel Olivares, y tantos amigos cuyos nombres se escapan entre espesos recuerdos.
La conclusión en ambas exposiciones es que para este 11 de noviembre nomás hay dos opciones, la conservadora y la liberal, seis de un lado, y uno solo de este: Alternativa Socialdemócrata.

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