5 de agosto de 2007

La Biblia, esa ridícula fantasía

55ª parte
Hugo Pardo
El clero católico y cristiano enfureció cuando apareció esta columna, ahora tiembla ante la posibilidad de que esta publicación alcance notoriedad por el hecho de que su director es candidato del Partido Alternativa Socialdemócrata a la presidencia municipal.
Lo sentimos, no hacemos más que decir la verdad porque es lo único que nos hace libres, en lo cual estamos de acuerdo con la Biblia, pero en lo que no estamos, es que tal verdad sea el hijo de Jehová de los Ejércitos, que es él mismo, con el nombre de Jesucristo y que está presente desde el principio de la creación junto con el verbo y la palabra, según lo dice la Biblia.
Leamos lo que dice el evangelista San Juan, capítulo 1, versículos: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 El era en el principio con Dios. Luego el mismo evangelista, dice en el capítulo 8: 31 Por tanto, Jesús decía a los judíos que habían creído en él: -Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Y remata en el capítulo 14, versículos: 6 Jesús le dijo: -Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me habéis conocido a mí, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora le conocéis y le habéis visto. 8 Le dijo Felipe: -Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: -Tanto tiempo he estado con vosotros, Felipe, ¿y no me has conocido? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo, pues, dices tú: "Muéstranos el Padre"? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; sino que el Padre que mora en mí hace sus obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creed por las mismas obras.
Independientemente del chantaje implícito en el mensaje de Jesús, es innegable que el hombre no nace hablando, sino que aprende a hablar en sociedad, adquiere el idioma de su entorno y si no vive en sociedad, sencillamente no podrá usar el lenguaje articulado, propio y exclusivo de la especie humana, adquirido a lo largo de millones de años de evolución. El ser humano es un producto histórico social.
El verbo, o sea la palabra, no podía tenerla Adán que no nació de madre ni tuvo infancia, ni adolescencia, por la sencilla razón de que vivía solo en el paraíso. Sería un animal como todos los demás y sólo hasta que su parejita Eva le convidó de la manzana prohibida, adquirió la capacidad de distinguir el bien del mal, se sintió avergonzado de su desnudez frente a su propia esposa, siendo la única pareja que habitaba el planeta, pero el mismo Jehová de los Ejércitos, le resolvió sus sentimientos de pudor, al hacerla de sastre y confeccionarle sus primeros calzones, léase el Génesis, Capítulo 1, Versículos: 21 Luego Jehovah Dios hizo vestidos de piel para Adán y para su mujer, y los vistió.

Y aunque no especifica qué clase de piel, a mí sinceramente me parece ridícula la versión, por eso el nombre de esta columna.

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