7 de junio de 2007

La Biblia, esa ridícula fantasía.

16ª parte
Hugo Pardo

Algún fanático despistado ha dejado de comprar el Diario Transición desde que apareció esta columna, la cual le parece un verdadero sacrilegio y ha preferido mantener sus dogmas para no ponerse a pensar.
Sin embargo, muchos otros se han vuelto asiduos lectores de este medio precisamente por lo que aquí se dice, incluso han buscado números atrasados para tener toda la colección.
Así que unas de cal por las que van de arena.
Nos quedamos la vez anterior en que el pueblo elegido, preferido, y apoyado por el señor Jehová de los Ejércitos, fue el pueblo hebreo, esto es, el judío, y todos los demás tendrían, en los planes de Jehová, que servirle por los siglos de los siglos.
Hoy no les voy a reproducir ningún pasaje de la Biblia, simplemente les voy a comentar que “la Coordinación Nacional de Exorcistas, por disposición y aprobación del cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, organiza el Tercer Congreso Nacional de Exorcistas, como un curso básico y sistemático de formación, que se realizará en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en Cuautitlán Izcalli, del 16 al 20 de julio del año en curso y que tiene un costo de 3 mil 500 pesos, con hospedaje y alimentación y 2 mil 500 sin hospedaje”.
Esto sucede en pleno 3er milenio, no en la edad media.
Nótese qué tan poderoso es el demonio que ni Dios, con todo su poder puede derrotarlo, es preciso que los católicos se organicen para combatirlo. Como decía Ripley: aunque Ud., no lo crea.