FECAL además de vil ratero es un alcohólico

Si permitimos que tome posesión…adios México, terminará de malbaratar lo poco que nos queda
Sus compromisos con el gran capital lo obligan a entregarles PEMEX, CFE, el agua y lo que resta del patrimonio cultural

Federico Chilián Orduña
El espurio «presidente electo» Felipe de Jesús Calderón e Hinojosa, conocido entre la gente del pueblo como el terrible FECAL, o también llamado el Cacotas, FelIFE, FeliPILLO, Cacalderón, Raterón, Felifobaproa, y otros apodos que aluden a su execrable calidad moral, además de ser un pinche delincuente despreciable, un pelele de los yanquis y del gran capital transnacional, es como su colega, padrino y guía George W.C. Bush, un alcohólico sin remedio, que no puede pasar el medio día sin que haya ingerido su dosis de güisqui, después de lo cual seguramente alguna otra droga, de esas que emplea Kamel Nacif, o cualquiera de los «gobers preciosos» que se la surten al rey de la mezclilla, para mantener su apariencia de ecuanimidad.
Al igual que el también usurpador Victoriano Huerta, todo el día FECAL tiene que andar «bien pacheco» para soportar el encierro en el que lo trae el estado mayor presidencial, porque de ninguna manera se puede acercar a «su pueblo» porque inmediatamente le llueven huevos podridos, tomatazos y mentadas a su inocente madrecita que ha de estar con el Jesús en la boca, pidiéndole al creador que no lo desampare ni de noche ni de día, porque en cualquier momento se lo pueden quebrar, sobre todo los de casa (Salinas y Cía.), al percatarse que es incapaz de sortear con inteligencia el vendaval que se le viene encima.
El terrible FECAL no tiene otra encomienda que terminar de entregar lo que empezó Miguel de la Madrid, continuaron Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox, que es el petróleo, la energía eléctrica, el agua, y en general todos los recursos naturales explotables y el patrimonio histórico, para que las grandes compañías transnacionales continúen incrementando sus capitales y empobreciendo a la población mexicana. Ese y no otro es el plan del terrible FECAL, para eso lo colocaron allí las personas y empresas mencionadas.
Por otra parte, es cierto que Andrés Manuel López Obrador cometió muchos errores en su campaña, tales como el no acudir al segundo debate, llamarle chachalaca al bocón de Fox, rodearse de personas de discutible honorabilidad como Manuel Camacho Solís, Jesús Ortega Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, Socorro Díaz y algunos más, hablar comiéndose las eses, etc. Esos y otros errores cometió AMLO, pero una cosa es irrefutable: ganó la elección presidencial y el gobierno de Fox cometió el mayor fraude electoral que se haya registrado en la historia de México. Quien no reconozca esta realidad, simplemente no se ha informado, vive en otra parte, y anda entre las nubes, así se llame Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa o Perico de los Palotes. El fraude se cometió en toda la República y sobre todo aquí en Puebla donde el «gober precioso» Mario Marín pactó con Manuel Espino, para que Luis Garibi Harper y Ocampo, lo coordinara con el apoyo del PRI, el PAN y el PANAL. A mi me consta, porque el mismo consejero presidente del IFE, Luís Garibi Harper y Ocampo, me lo dijo en presencia de dos testigos, y aunque me pidió que esto no lo divulgara porque podía perder la chamba, lo cierto es que esto ya lo he dicho en varias ocasiones y el mapache profesional de Garibi Harper y Ocampo, sigue tan campante cobrando su sueldazo por hacerse más pendejo que el terrible FECAL.
Por eso la tarea más importante que puede realizar hoy en día los ciudadanos mexicanos que no han perdido la memoria ni la dignidad es organizarse para impedir que el terrible FECAL tome posesión de su cargo, y si lo hace con el apoyo de los tanques y las ballonetas, prepararse para evitar que termine de entregar lo que es del pueblo mexicano a los grandes capitales transnacionales que son los que lo tienen agarrado de los testículos.
¡Ahora o nunca mexicanos!, por nuestros hijos, por lo hijos de nuestros hijos, por México, ¡el fecalismo no pasará!