27 de agosto de 2006

Sufragio Efectivo, No a la Imposición

Si el TRIFE actúa con apego a derecho deberá reconocer el triunfo de AMLO que con 526 mil votos de ventaja es el presidente electo
Si actúa por el compromiso contraído con el grupo gobernante, y declara vencedor a FECAL, habrá ingobernabilidad, revolución y desastre económico
Federico Chilián Orduña
Al mismo tiempo que se iniciaba una asamblea más de las que cotidianamente preside Andrés Manuel López Obrador en el zócalo de la ciudad de México, un numeroso grupo de poblanos se congregaba en la emblemática esquina del Gallito para iniciar la marcha convocada por los partidos que forman la Coalición por el Bien de Todos y por diversas organizaciones simpatizantes del proyecto alternativo de nación que postula AMLO.
A eso de las 10:45 se calculaba la concurrencia en no más de mil ciudadanos en espera ansiosa de que se iniciara la marcha. Alrededor de las 11 horas con algunos minutos, mi amigo Mario Márquez calculaba que ya éramos más de mil. Total que cuando empezó la marcha a caminar alrededor de las 11:30, el cálculo sobrepasaba los tres mil poblanos que dejaron el tradicional descanso dominical para sumarse a la manifestación.
Cuando pasamos enfrente del antiguo palacio de gobierno, y al tiempo que resonaban los gritos de ¡fuera Marín!, se acercó a nosotros, Manolo Vega y yo que caminábamos confundidos en el contingente, Luís Ortega Morales, quien calculó que ya éramos más de 5 mil los marchistas.
El caso es que cuando llegamos al Zócalo se formó una compacta y abigarrada masa ciudadana para escuchar a los oradores que previamente se habían designado: primero fue el joven Pedro Magallón, quien tocado con un sombrerito al estilo Indiana Jones, afirmó categórico «es tiempo de que el pueblo tome en sus manos el destino del país» y luego se refirió al grupo gobernante del que dijo que «debemos sacarlos de Los Pinos y meterlos al bote», porque «por hoy la única alternativa es la revolución pacífica». Asimismo, el joven Magallón fustigó el protagonismo de algunos dirigentes políticos que anteponen sus intereses personales o de grupo a los muy superiores de la nación.
Le siguió en el micrófono el diputado José Juán Espinosa, quien recalcó que AMLO no está sólo, y que la gente que lo apoya no se encuentra únicamente en el DF, como lo afirma Fox, sino que como en Puebla, en todo el país se realizan actos de protesta contra el fraude electoral.
Después le siguió la joven Roxana Luna, quien motivó a la concurrencia a responderle varias preguntas, si estaban cansados, si estaban dispuestos, si resistirían, a todo lo cual se le respondió en positivo. Luego se refirió a la derecha que ha «usurpado» la legítima representación popular y dio los nombres de Melquíades Morales Flores, Mario Marín Torres, Enrique Doger Guerrero, Frncisco Fraile García, Luís Paredes Moctezuma, a todos los cuales les correspondió una rechifla de repudio.
Luego fue el turno de Guillermo Espinosa, quien dio a conocer datos del fraude electoral y aclaró enfático que si hay gente violenta en esta lucha esa es la del PAN y la del gobierno del mismo partido; ella es la que destruye pancartas, lanza injurias, miente, manipula y ofende, a diferencia del pueblo consciente que defiende sus derechos. Apuntó Guillermo una cita de un Premio Nóbel norteamericano según la cual el capitalismo de compadres se ha consolidado, y Espinosa asentó que aquí en México es el de los cuñados, los entenados y demás parientes.
Luego habló la compañera Noemí Aguilar quien recalcó que las horas que vive México son cruciales y que estamos viviendo la tercera batalla que es la vencida; la primera fue en la guerra de Independencia, la segunda en la Revolución, y ahora nos toca a nosotros conquistar las libertades que la derecha nos quiere cancelar.
Concluyó la lista de oradores con la intervención de Norberto Amaya, quien hizo énfasis en los factores de la organización y recordó a los asistentes las actividades y tareas que tenemos en los próximos días.
En suma, aquí en Puebla el acto de exigencia de respeto al voto fue un éxito rotundo, y el que se realizó en la ciudad de México, ni se diga.