29 de junio de 2006

Pánico en la derecha


  • El Consejo Coordinador Empresarial, continúa haciendo proselitismo antipeje
  • Miles de “comics” para inducir el voto a favor del PRI o del PAN, fueron distribuidos ayer, fuera del periodo permitido por el IFE
  • Elogia los últimos doce años “de estabilidad económica” y llama a votar contra quien pretenda cambiar esa política

    Federico Chilián Orduña

    A mi oficina y a las casas de mis vecinos llegaron ayer unos cuentitos en forma de revista ilustrada, a la manera de los llamados comics, titulados ¡Vamos todos a votar!, en la que se lee en la contraportada que “Esta publicación no apoya ninguna plataforma política de ningún partido político y de ningún candidato. Su única finalidad es la de difundir los temas que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) considera primordiales para el crecimiento y desarrollo de nuestro país.”
    Sin embargo, pese a la advertencia, desde la página 2 se puede percibir el sesgo y la intención del mencionado cuento. La pareja que protagoniza la historieta sostiene un diálogo en la que el sujeto asegura que “por primera vez los partidos participan en igualdad de circunstancias y que cualquier candidato puede ganar” y le aconseja a su compañera “no caer en la trampa de escoger al que promete todo, sin antes decirnos cómo va a lograrlo” y ella le responde “lo que pasa es que algunos todavía piensan que el gobierno debe ser una especie de ángel de la guarda que nos cuide del mal” y él complementa la idea “o un hada madrina que nos de todo lo que nos hace falta.”
    Más adelante en otro escenario se asegura que “en los últimos 20 años ha habido estabilidad económica, que muchos han olvidado lo bueno que se ha logrado en un afán absurdo por negar los logros que no son propios”, y así prosiguen los elogios a lo sucedido en las dos últimas décadas, centrándose en lo sucedido en los últimos doce años durante los cuales, se dice, “la pobreza ha disminuido de manera importante” a tal grado son más de 5 millones los beneficiados con los programas de salud, educación y alimentación y otra cantidad semejante ha recibido créditos para la construcción de más de cinco millones 600 mil viviendas.”
    Y así hasta el final. Obviamente en dicho cuento se refieren a Foxilandia, no a México. Lo real es que la inmensa mayoría de la población ha visto mermado su poder adquisitivo en ese lapso, mucha se ha empobrecido, y otra se ha endeudado para sostener su tren de vida. No se requiere ser analista, para percatarse que los señores del CCE quieren que la gente vote por el PRI o el PAN, o si lo prefieren por los dos chiquillos que figuran en la boleta, pero por ningún motivo debe votarse por el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador. Ese es el mensaje, no tan subliminal como lo pretenden, sino bastante evidente, que trasmiten los dirigentes empresariales; y es una demostración fehaciente de que en ellos germinó el miedo en el que el PAN y Felipe Calderón basaron su campaña, y de que la propaganda de Vicente Fox en el sentido de que hay que seguir montados en el mismo caballo, les caló hondo y se suman a ella sin miramientos.
    Lo anterior aunado al manejo fraudulento del padrón por parte del PAN asociado a Hildebrando y Cía., la parcialidad del IFE a favor de Calderón, y las sumas millonarias empleadas por el gobierno federal en diversas dependencias, nos permiten asegurar que en la derecha ha cundido el pánico y a muchos de ellos podría ocurrirles un infarto en cuanto se enteren que quien menos querían ese fue el elegido por las grandes mayorías del pueblo mexicano.