7 de junio de 2006

AMLO será presidente

  • FECAL se desinfló en el debate, sólo se dedicó a descalificar a AMLO
  • Se hicieron evidentes los proyectos opuestos: el de la continuidad (FECAL) y del cambio verdadero (AMLO)

    Federico Chilián Orduña

    Dice el filósofo de San Baltasar Campeche que todo lo que se infla se desinfla. Esto fue lo que sucedió al candidato de la ultraderecha yunquista Felipe Calderón, alias FECAL, durante el debate y el postdebate ocurrido el fatídico día 6 del 6° mes del 6° año del 3er milenio.
    Su actitud frívola, burlona, bravucona, provocadora, frente a las cámaras, mostraron su verdadero rostro, el de la intolerancia. Tras de la reiterada promesa de utilizar su mano firme recurrió nuevamente a su señalamiento fascista de que “López Obrador es un peligro para México”; al igual que Pinochet advirtió que “Allende era un peligro para Chile”, así como Stalin aseguró que “Trotzki era un peligro para la URSS”, del mismo modo que Franco, “sostuvo que la República era un peligro para España”; el candidato del PAN repitió su cantaleta, que sólo le creen los Amigos de Fox, que tiemblan ante la inminente victoria de López Obrador.
    Cierto es que algunos medios informativos propanistas, como el Reforma y el Ovaciones, lo señalan como el triunfador del debate, porque visto como una pelea de box les pareció el más “fajador”, el que más golpes dio; pero un debate de candidatos a la presidencia de la República, no puede concebirse como una riña callejera, que tal fue lo que sucedió en el anterior, sino como el espacio en el que se deben contrastar y comparar las propuestas de cada quien.
    FECAL mostró cuan pequeño es, no sólo en estatura física, sino en todos los aspectos de su agresiva personalidad. Nulo compromiso con las clases más necesitadas y empobrecidas de este país, falta de diagnóstico de la angustiante situación que afecta a la mayoría de los mexicanos, y carencia total de respuestas remediales a los graves problemas que padece la población.
    En contraparte, Andrés Manuel López Obrador delineó con sencillez, sin emplear tecnicismos, la problemática a la que nos enfrentamos los mexicanos, los magros resultados de la política económica de Vicente Fox, a la que FECAL pretende darle continuidad, y la forma en que entre todos debemos afrontar la situación y sacar al país adelante. No cayó en la provocación que le tendió FECAL y sólo al final de su intervención se refirió al tráfico de influencia y beneficio que operaron FECAL, cuando era secretario de energía, y su cuñado; de cuyo señalamiento habrá de presentar un expediente en los próximos días.
    Andrés Manuel demostró a propios y extraños ser el presidente que México necesita.