17 de marzo de 2008

Luego de 44 horas levantamos el plantón

Lo decidimos ante el vacío de autoridad y previendo que otra provocación pudiera presentarse en cualquier momento

Federico Chilián Orduña

El plantón que instalamos frente a Casa Aguayo a partir de las 11 horas del jueves 13, Alejandra Cruz Jiménez y el que esto escribe, para demandar respeto a la libertad de expresión, el pago de las facturas de publicidad autorizadas y un trato digno para todos los periodistas; decidimos levantarlo el sábado 15 a las 7 horas, luego de valorar que el objetivo se había alcanzado, teníamos la necesidad de cubrir varios eventos y existía la posibilidad de que en tales condiciones pudiera presentarse otra provocación como la que sucedió el día anterior, cuando una mujer que se negó a identificarse acompañada de varios individuos al acecho, arrancó los carteles que habíamos colocado sobre la pared de Casa Aguayo, en un momento en que nos atravesamos para comer enfrente en el mercado de El Alto.
A la exhibición de abuso, corrupción y prepotencia que exhibió la dirección de comunicación y relaciones públicas del gobierno de Mario Marín, se añadió la incapacidad mostrada por sus operadores para desahogar un asunto que sólo requiere diálogo civilizado en condiciones de respeto recíproco.
El tiempo que permanecimos en el plantón lo dedicamos a denunciar las mentiras en que ha incurrido el gobierno de Mario Marín para tratar de mostrar una imagen que no se corresponde con los hechos. Nos referimos al escándalo que propició el asunto de Lidia Cacho, colocamos una manta y carteles con leyendas tales como: “Exigimos respeto a la libertad de expresión”, “¿Kamel Nacif? ¡Mi héroe chingao! Mario Marín”, “Gobierno corrupto”, “Gobierno ratero”, “Gobierno déspota”, etc.
Denunciamos las cantidades millonarias que se gasta el gobierno publicando el periódico Avances y la revista Unidos, impresas con recursos obtenidos de la comercialización de espacios, según se señala en el directorio de ambas publicaciones, lo cual se contradice con la información que el propio Francisco Javier Sánchez Galicia nos proporcionó al enterarme mediante el oficio Nº 316 de las cantidades millonarias que se aplican del presupuesto para estos fines.
Hablamos a través del megáfono de la política neoliberal que han adoptado los gobiernos, federal y estatales en México, desde que se inició el “maximato” de Carlos Salinas de Gortari, hasta la fecha en que se pretende privatizar el petróleo y lo que queda del patrimonio nacional.
Nos referimos a la irracional y belicosa política neoliberal orquestada por el gobierno de Estados Unidos, a la cual se encuentra supeditada el gobierno de México, y condenamos la intervención militar estadounidense en Irak, en el medio oriente, en América del Sur y en todo el mundo, donde se asume como dueño del territorio.
Denunciamos la enorme desigualdad social imperante en nuestro país, propiciada por las mismas autoridades, quienes por una parte le asignan sueldos millonarios a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia, a los funcionarios del poder ejecutivo y a los representantes del poder legislativo, en contraste con los salarios mínimos y los sueldos de base de los servidores públicos, que son absolutamente insuficientes para el sostenimiento de las familias.
Recordamos algunos pasajes de nuestra trayectoria en la lucha social, cuando participé en la fundación de la Escuela Preparatoria Popular “Emiliano Zapata”, de la que fue alumno Mario Marín, y fungí como coordinador del Programa de Formación de Profesores de la UAP, a principios de la década de los ´70. Hable de los estrechos vínculos de amistad e identificación política que sostuve con Enrique Cabrera Barroso y Joel Arriaga Navarro, de los ideales democráticos que adopté desde entonces y sostengo hasta el presente.
Hicimos un recuento de los periodistas que han sido víctimas de la violencia de todo tipo durante los últimos años, de cómo se ha colocado México como uno de los países más inseguros del mundo para ejercer el oficio periodístico.
Condenamos la pederastia y a las bandas que la promueven, en el seno de grupos empresariales y con la complicidad de representantes de la Iglesia católica.
Emitimos juicios en contra de la programación de las cadenas de televisión que lejos de contribuir al desarrollo de la cultura nacional y a la superación educativa de los televidentes, son un vehículo de enajenación que sólo fomenta el consumismo e impone una versión maquillada de la realidad apartada de la situación real. Juicios que hicimos extensivos a la mayoría de la estaciones radiodifusoras y a la gran prensa acrítica y sometida a los dictados del gobierno.
Nos escuchó el contralor Víctor Manuel Sánchez Ruiz, señalar que la dependencia a su cargo ha sido omisa en la revisión y control de las funciones de la dirección de comunicación social y relaciones públicas del gobierno estatal, y mencionamos el posible relevo que se diera en la titularidad de esta dependencia, luego del desbarajuste ocasionado por el actual.

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