22 de agosto de 2007

La Biblia, esa ridícula fantasía

64ª parte
Hugo Pardo

Dijo Francisco Martín Moreno, autor de “México ante Dios”, hace unos días que estuvo en Puebla, que con lo que vale el crucifijo de oro con incrustaciones de diamantes, rubíes y esmeraldas que cuelga al pecho Norberto Rivera, se podrían construir 15 o más escuelas. Bueno, en general el clero católico vive como los ricos que jamás entrarán al reino de los cielos por la sencilla razón de que se han enriquecido y envilecido a costillas del pueblo, sin aportar absolutamente nada útil para la sana convivencia de la sociedad.
Se lee en el Evangelio según San Mateo, Capítulo 19, Versículos:
23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: -De cierto os digo, que difícilmente entrará el rico en el reino de los cielos. 24 Otra vez os digo que le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.
Independientemente de que según traductores e intérpretes dicen que el camello no es el animal que conocemos, el ojo de una aguja tampoco es el hoyito de la barrita de acero con la que se cose, teje o se pica, es claro que el señor Jesucristo condenaba a quienes amasan fortunas para su lucimiento personal. Tal como lo hacen los jerarcas de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Si tiene alguna duda nada más fíjese lo que cuesta trasladar al Papa de un lugar a otro y donde vive Enésimo Zepeda, Norberto Rivera, etc., etc. Y nos leemos mañana.

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